¿Has oído hablar de los programas de acción social corporativa? Se incluyen dentro de la llamada Responsabilidad Social Corporativa (RSC) o Responsabilidad Social Empresarial (RSE) de las organizaciones y los expertos los definen como el conjunto de recursos humanos, técnicos y financieros que una organización dedica a proyectos sociales, generalmente relacionados con aquellos colectivos desprotegidos.

Como ves, no se trata únicamente de la cantidad de dinero que una empresa dona a obras sociales, sino a programas en los que la compañía –y sus trabajadores– se involucran directamente en la acción que van a financiar. De hecho, muchas veces son los propios empleados los que proponen las campañas solidarias con las que colaborar.

Ellos ponen su trabajo, su compromiso y, en ocasiones, también parte de su salario a través de la llamada técnica del redondeo: las empresas redondean hacia abajo su salario neto y el pico sobrante va destinado a la causa benéfica elegida. Para los trabajadores supone cobrar unos pocos céntimos o euros menos al mes y, sin embargo, para las organizaciones beneficiadas implica mucho más. ¿Estarías dispuesto a hacerlo?

En estas fechas también es cada vez más común que los empleados renuncien a las cestas navideñas para financiar becas comedor. O que las grandes compañías pongan en marcha iniciativas solidarias originales, como la de poner a disposición de sus empleados lotes de productos para venderlos a sus familiares y donar el dinero recaudado a una ONG elegida con anterioridad.

El resto del año las organizaciones y sus empleados también mantienen su compromiso solidario. Cada vez es más habitual que plantillas enteras participen en carreras benéficas y que las compañías se comprometan a donar dinero por cada kilómetro recorrido. Además, organizan jornadas de voluntariado, ofrecen formación, ponen a disposición sus instalaciones para realizar diversas actividades, etc.

En definitiva, los programas de acción social están definiendo un nuevo modelo de RSE, en el que está claro que las empresas deben contribuir positivamente a la sociedad y que deben hacerlo de manera proactiva, en vez de simplemente emitir cheques y donaciones que llevan asociados algunos beneficios fiscales. Las nuevas generaciones de trabajadores, lideradas por los Millennials, exigen que las empresas sean motores de cambio y que sus trabajadores se sientan más cercanos a los ciudadanos no solo en estas fechas navideñas, sino durante todo el año.

 ¿En tu empresa existen ya programas de acción social corporativa? ¿A qué esperas para proponer una acción solidaria nueva?