Priorizar la inclusión, herramienta para mejorar el sentimiento de pertenencia
Según el índice BLISS de BCG, que evalúa el sentimiento de inclusiónen las organizaciones, el rol de los líderes en el impulso de la inclusión es clave para mejorar la experiencia de los empleados/as. Los profesionales valoran muy positivamente las empresas comprometidas con la inclusión, argumentando que incrementa el sentimiento de felicidad y el desarrollo de su potencial. ¡Te detallamos cómo mejorar la inclusión en tu empresa!
El informe detalla la importancia de que los colaboradores/as se sientan aceptados y valorados en la empresa en la que trabajan. Para lograrlo, es clave que se tomen en cuenta y se apliquen las políticas de diversidad e inclusión, ya que la apuesta por medidas de DEI repercute directamente en el sentimiento de pertenencia de los empleados, así como en su atracción y fidelización. De hecho, el informe explica que, en España, los líderes que fomentan la diversidad e inclusión en sus organizaciones logran reducir el riesgo de abandono en un 40%.
¿Cómo pueden hacerlo?
• Equipo directivo diverso: para que la diversidad e inclusión esté integrada y forme parte de la cultura de las organizaciones, es clave que el equipo directivo esté formado por un grupo diverso, que sea representativo en cuanto a género, edad y raza. De esta forma, la compañía predicará con el ejemplo y facilitará que los profesionales se puedan sentir identificados/as con sus líderes y confíen en ellos.
• Compromiso con la diversidad: el compromiso de los líderes con la inclusión es crucial para transmitir estos valores internamente y que lleguen a todos los profesionales, a la vez que ayuda a que todos los colaboradores se sientan valorados/as y respetados/as. De ese modo, si sucede alguna situación discriminatoria en la empresa, es más probable que los trabajadores denuncien.
• Fomento de un entorno sin discriminación ni prejuicios: con el objetivo de que los profesionales se sientan más seguros, auténticos y cómodos en el trabajo, es fundamental que los líderes impulsen un entorno de respeto libre de discriminación y prejuicios y que sean capaces de gestionar a sus equipos de forma diversa, teniendo en cuenta las capacidades de cada miembro.
Estas medidas ayudarán a que los profesionales se sientan ellos mismos en el trabajo, lo que repercutirá en su productividad, motivación y felicidad.